top of page

Acerca de ángeles y amigos.

¿Cómo definimos la amistad? ¿Cómo sabemos que alguien es nuestro amigo?

Creo que todos hemos tenido momentos en los que hemos necesitado un amigo como tal.

Quizás para contarle algo, para salir al cine o a pasear, algún compañero de viaje o quizás solamente alguien que te acompañe sin juzgarte.

Tenemos un "amigo" celestial. Sí, lo pongo entre comillas, porque es mucho más que eso.

Desde tradiciones muy antiguas, se habla de la presencia de Seres Celestiales que nos han sido asignados al momento de nacer. Justamente, este amigo es nuestro Ángel Guardián.

Ángel de la Guarda, Ángel Custodio, Ángel Tutelar... no importa el nombre. Este Ser, de inconmensurable Luz, más allá de cualquier relato de la infancia, es ese amigo invisible y disponible que nos acompaña cada vez que le permitimos la entrada a nuestras vidas.

¿Cómo contactar con él?

El primer paso es elevar nuestra frecuencia vibratoria. Cuando nos anclamos en circunstancias de dolor, de apego, de odio o de vergüenza, creamos una coraza muy dura que no permite que nuestro ángel entre. Por el contrario, si nos alineamos a pensamientos, palabras, acciones y sentimientos de gratitud, del servicio, de entrega, de compromiso, de coherencia y de amor, entonces estaremos creando puentes cósmicos que facilitarán su manifestación en nuestra vida.

Podemos comenzar incluyéndolo en nuestra vida diaria. No nada más para pedirle cosas, sino para integrarlo en nuestro quehacer diario. Por ejemplo: "Ángel de mi Guarda, acompáñame al banco." "Querido Ángel Custodio, ¿qué opinas de la serie que acabo de ver?". Y te aseguro que escucharás una respuesta.

De esta manera, nos habituaremos a tener una comunicación mucho más cercana y más amigable con él.

Los amigos responden desde un lenguaje sincero y sin tapujos: háblale como si le hablaras a tu mejor amigo. Ellos ya están listos para acompañarte cada vez que tu corazón así lo manifieste. Recuerda: ellos ven las intenciones, no las palabras.

Por eso, quiero recomendarte un ejercicio breve muy bonito y profundo, en donde podrás establecer esa conexión amistosa con tu Ángel Guardián. Esto es como ir al gimnasio: si quieres resultados, hay que hacerlo constantemente. Practica mucho tu conexión con tu Ángel.

MEDITACIÓN

En un espacio tranquilo, con tus pies bien situados en el suelo, tus manos en tus muslos y tu espalda recta, vas a respirar tres veces profundamente inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Si es necesario, respira más veces de forma pausada. La intención es relajarte y contactar con las sensaciones de tu cuerpo.

Una vez que hayas aquietado tu mente, vas a decir esta oración lentamente, de forma que vayas siendo consciente de cada palabra que vas mencionando.

"Dios te salve, ángel de Dios, Espíritu de Luz purísimo y protector.

Angel de mi guarda, mi dulce compañía, ampárame con tu presencia cuando me extravíe, abre mis caminos al amor, a la prosperidad y a la salud.

Angel mío, sé mi amigo. Dame tu consuelo cuando veas que sufro, tu ayuda si desfallezco, tu defensa ante el peligro, tu protección frente al mal. Por favor ayúdame a obtener lo que tanto anhelo: (aquí menciona tu petición, sin adornos ni palabras rimbombantes, sólo deja que brote de tu corazón y sé consciente de lo que pides).

Gracias por tu fiel custodia, gracias por tu amistad y lealtad, gracias por estar a mi lado y por escuchar mis oraciones. Gracias, gracias, gracias."

Que tus ángeles te acompañen siempre.

Mike Aryan

Septiembre 2018

bottom of page