“El amor no borra el pasado, pero hace un futuro diferente.” Gary Chapman
Hace unas semanas platicaba con una amiga que me expresaba amargamente lo infeliz que se sentía cuando hablaba con su chico por WhatsApp. Mi amiga soltó frases como "no me dice que me ama", "es muy seco en sus whats", "no me escucha cuando le hablo"… sin embargo, me decía que cuando están juntos son una gran pareja y que en realidad se llevan bastante bien. Lo que la tenía muy triste y confundida.
Recordé que hace tiempo había leído parte de la obra de Gary Chapman, escritor y pastor cristiano, el cual narra en sus libros 5 formas o lenguajes en los que expresamos nuestro amor.
Es gracioso como pretendemos que los otros nos quieran como queremos. Cuando no sucede así, nos sentimos mal. Y es que es el mismo tema de siempre: programaciones mentales que no nos ayudan a salir de nosotros mismos y no miramos más allá. Por lo que me pareció muy conveniente platicarle de esto.
Comprender los cinco lenguajes del amor puede ser de suma importancia para que nuestras relaciones mejoren sustancialmente. Y hablo de relaciones en general, no solo de pareja, sino de amigos, compañeros o familia. Chapman destaca que cada persona tiende a expresar su amor y prefiere recibirlo de maneras concretas, es como si fuéramos especialistas en un solo "idioma" pero para entendernos debemos aprender a hablar los otros.
Estos lenguajes que menciona Chapman son:
1. La expresión a través de las palabras
Expresamos nuestro al verbalizar palabras de ánimo, apoyo, afecto, felicitación, elogios, amabilidad, o humildad hacia otro. Muchas veces son palabras que decimos sin pensar y que causan un efecto muy positivo en la otra persona; aumentando su autoestima, su seguridad y su bienestar.
2. Compartir tiempo de calidad
Compartir calidad y no cantidad de tiempo se refiere a poder convivir con esa persona por el mero hecho de estar con ella. No es tanto el acto o lo que cuesta hacerlo (una cena carísima en un restaurante lujoso, por ejemplo), sino el disfrute de ese acto al compartirlo con nuestros seres queridos: escuchando y siendo escuchados, sin prisas ni distracciones. ¿Has escuchado eso de “no importa lo que hagamos mientras lo hagamos juntos”? Bueno, pues para esa persona ese lenguaje es imprescindible.
3. Obsequios materiales
¿Cuántas veces, sobre todo las mamás, han recibido algo hecho por sus hijos o sus nietos?
Estarás de acuerdo que esos regalos, por más sencillos que sean, expresan mucho amor y cariño por haber sido hechos con el esfuerzo, tiempo y dedicación de sus hijitos.
Este lenguaje es una forma de expresar lo que se siente por el otro, y no es acerca de algo comprado o no, sino apreciar el tiempo que esa persona se dedicó en conseguir o hacer algo de tu agrado.
Lo más maravilloso de este lenguaje es que no se espera nada a cambio, mas que la sonrisa y el agrado de quien lo recibe.
4. Actos de servicio y atención
Tratar de agradar a la persona haciéndole algún favor resulta gratificante. A veces el “¿te ayudo con tu tarea?”, “¿quieres que te traiga algo del súper?” o expresiones similares son actos que se realizan sin ninguna carga, y sin esperar que le devuelvas el favor o una respuesta compensatoria. "No es una necesidad ni una obligación, lo hago por gusto".
5. Contacto físico
Es el lenguaje más sencillo y directo. Este comprende los besos, abrazos, caricias, relaciones íntimas, dormir juntos, apapachos… son formas de transmitir y recibir amor. Para algunas personas el contacto físico es su lenguaje principal, pues les hace sentir seguridad y felicidad.
Conocer, identificar y compartir las distintas formas de amar supone una gran ayuda; pues nos aportará mejores formas de comunicarnos con nuestros seres queridos.
Te invito a pensar ¿cuántas veces les dices a otras personas cual lenguaje es el que prefieres?
Dar por hecho es el principal problema de amor en las relaciones.
Gary Chapman sostiene que toda persona sana tiene capacidad para expresar los cinco tipos de amor, en mayor o menor medida, pero todos.
Te propongo hacer este ejercicio:
Explora con qué lenguaje te identificas más. Es decir, ¿prefiero el contacto físico? ¿el tiempo de calidad? ¿actos de servicio? ¿obsequios? ¿palabras?
¿Cuál es la que me cuesta más trabajo? ¿Depende de la persona? ¿De mi estado de ánimo?
¿En qué momento me hace más feliz dar o expresar amor?
Y una vez identificadas… comparte dichas experiencias. Cuanto más se especifique el lenguaje, será mejor, sobre todo recordando que no hay que dar por hechas las cosas. En este punto hay que esta abiertos a escuchar cual sería el mejor lenguaje del otro.
Poner estos lenguajes en práctica y ten paciencia. Cada persona proviene de un contexto familiar donde quizás estos lenguajes no sean tan comunes. Lo que nosotros vemos normal, no es tan normal para otros.
Ojalá te des la oportunidad de explorar tu lenguaje y lo compartas con tus seres queridos.
Luego les contaré que pasó con mi amiga.
Te abrazo con mucho amor.
Mike Aryan