En este artículo, Mike Aryan nos invita a mirar más allá del miedo profesional frente a la Inteligencia Artificial. ¿Y si el verdadero problema no es la IA, sino la ausencia de vínculo humano? Con una mirada crítica y empática, se exploran los motivos por los que muchos consultantes prefieren hablar con una máquina antes que con un tarotista, y se propone una actualización ética para seguir acompañando con presencia y sentido en esta nueva era.