Los miedos del Tarotista – Parte 4
- Mike Aryan
- 18 jul
- 4 Min. de lectura
Hay un miedo silencioso que sube directo a la cabeza y la llena de ruido: el miedo mental.
Ese que no se ve, pero que sabotea desde adentro y que no deja pensar con claridad.
Hoy quiero hablarte de esos temores, que he asociado al palo de las Espadas.
Aire que corta
En esta serie hemos recorrido ya los miedos asociados al fuego (Bastos) y al agua (Copas). Ahora subimos al aire. Un elemento tan sutil como poderoso.
Aire es mente: pensamiento, lenguaje, ideas, comunicación.
Y es también donde se aloja la duda, el juicio, la crítica.
La mayoría de los tarotistas no temen ver la carta… sino nombrarla o nombrar lo que ven. Porque en el decir, se juega la herida.
“Me quedé en blanco... y sentí que no servía para esto”

Tuve una consultante que ya era tarotista profesional. Era sensible, empática e intuitiva. Leía con profundidad… hasta que tenía que hablar. Su objetivo de consulta era ver por qué el cuerpo se le tensaba cuando sabía lo que estaba viendo, pero cuando tocaba hacerlo, la voz se le apagaba.
“Me quedo en blanco y siento que decepciono a mis consultantes”, me dijo.
Exploramos juntos y descubrimos que lo que más temía no era no saber. Era decir algo que pudiera dañar. Cargaba con una experiencia antigua: cuando era principiante, le dijo a una amiga suya algo en un momento vulnerable, sin ánimos de ofender… y la amiga se alejó. Desde entonces, guardó la idea de que su palabra podía herir.
El Tarot la enfrentaba con esa memoria. No con la ignorancia, sino con la culpa. Nos fuimos poco a poco. Aprendió a respirar antes de responder. A decir “necesito un momento para mirar mejor esto”. Descubrimos que era esencial restarle perfección al mensaje para darle voz a lo amoroso de su intención, y a acallar el juicio interno a través del centramiento que le propuse.
La mente que no perdona errores
Muchos tarotistas tienen una mente brillante y a la vez implacable, pues fueron criados en contextos donde equivocarse era inaceptable. Donde lo emocional no era tan válido como lo racional y donde no cabía decir “no sé”.
Yo vengo de ahí, lo he contado varias veces, de una familia de médicos. Con ambiente de pensamiento científico. Y más de una vez escuché cosas como:
“¿Cómo puedes creer en esas cosas?”
“Tanto estudio para que acabaras echando cartas.”
“¿Y si le haces daño a alguien por decirle algo mal?”
¿Te suena?
Bueno, primero es legitimarlo. Una parte de nosotros quiere hacerlo bien. Quiere cuidar y saber siempre qué decir. Pero el Tarot no es una receta de cocina. Es un lenguaje vivo. Y leer Tarot no es dar cátedra: es sostener un espacio, escuchar activamente, sentir la intuición y traducir los símbolos. Y muchas veces, simplemente acompañar a que la persona se escuche a sí misma.

El Tarot no exige perfección, pero sí pide presencia.
Te comparto un pequeño ejercicio de reestructura de narrativas que he trabajado con alumnxs y colegas a lo largo de los años:
Pensamiento saboteador | Reescritura terapéutica |
“No sé interpretar bien.” | “Estoy aprendiendo a profundizar con confianza.” |
“Me da miedo decir algo equivocado.” | “Elijo hablar con presencia y revisar si es necesario.” |
“No tengo las palabras correctas.” | “Confío en que la claridad llega en el momento oportuno.” |
“Si me equivoco, todo se arruina.” | “Una lectura no es una sentencia, es un encuentro humano.” |
Herramientas para el Tarotista mental
Te comparto algunas claves que pueden ayudarte si el miedo de Espadas te visita seguido:
Frase de anclaje: “Déjame mirar esto con más calma.”
Silencio consciente: 3 a 5 segundos para ordenar tu interior antes de responder.
Cuaderno de apoyo: anotar ideas o símbolos no es trampa, es estructura.
Frase compasiva: “Esto es lo que ahora se muestra. Puedes darle sentido a tu manera.”
Límite profesional: “Esto se escapa de mi alcance.” también es una forma de cuidado.
Tirada sugerida: “La narrativa que me paraliza”
Así como lo hemos hecho en los anteriores artículos, te propongo una lectura en donde utilices solo cartas de Espadas:
Carta 1: ¿Qué pensamiento me desconecta de mi intuición?
Carta 2: ¿Qué juicio me impide expresar con libertad?
Carta 3: ¿Qué símbolo mental puede abrir un canal nuevo para confiar?

Recuerda: las Espadas no solo cortan… también trazan caminos. Abren conciencia. Y cada vez que lo haces, puedes decidir cómo usarla.
¡Anticipando el último artículo de esta serie!
En el próximo artículo, bajaremos al mundo de lo tangible: los miedos de Oros, el vértigo de poner precio, mostrarte públicamente y confiar en que tu don también merece sostén.
¡Gracias por seguir esta serie conmigo! Cuéntame... ¿te sentiste identificado con este miedo mental? Te leo con gusto. Y si deseas acompañamiento o ir más profundo, recuerda que puedes agendar una lectura de Tarot terapéutico o conocer más sobre el Diplomado Profesional.
Nos leemos prontito.
Texto de autoría propia. Todos los derechos reservados ® Mike Aryan
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