top of page

Our Recent Posts

Tags

Cuando la luz no alcanza: ética espiritual en la prevención del suicidio.

Este artículo aborda temas relacionados con la ideación suicida desde un enfoque respetuoso y humano. Si estás atravesando un momento difícil, puedes saltar directamente a los recursos de ayuda que encontrarás al final. Recuerda: no estás solo.


Este texto es para quienes han pensado en rendirse. Para quienes acompañan desde la luz. Para que sepamos cómo no soltar la mano.


Es preciso hablar de un tema poco abordado en el mundo de las terapias holísticas, porque sí, he acompañado de la mano a personas al borde. Al borde de irse. Pero también, al borde de quedarse.


Hay dolores que no se curan con incienso

En el contexto de la espiritualidad, es común que corramos el riesgo de disfrazar el sufrimiento con frases de luz.

“No vibres bajo.”

“Todo es una lección del alma.”

“Lo elegiste antes de encarnar.”

“Solo necesitas subir tu frecuencia.”


Y sin darnos cuenta, negamos lo más humano: el derecho a estar mal. El derecho de estar rotos y de necesitar ayuda.

Es preciso saber que todo se resuelve con Reiki, o imanes, o decretos u oráculos.


Ilustración gráfica con frases sobre señales de alerta ante riesgo suicida.
Las señales no siempre son explícitas. Pero casi siempre están ahí.

Las señales que solemos ignorar

Hoy quiero recordarte —recordarnos, más bien— que hay signos que no deben pasar desapercibidos, que muchas veces están ahí, cerquita, incluso en nuestros consultantes, amigos, familiares o colegas de camino espiritual:

  • Chistes sobre “no estar más aquí”

  • Comentarios como “soy una carga”

  • Cambios bruscos de ánimo o energía

  • Dormir demasiado… o no dormir nada

  • Aumentar el consumo de sustancias

  • Vivir con enojo que en realidad es tristeza

  • Aislarse por completo en retiros o prácticas espirituales extremas

  • Negar emociones humanas básicas en nombre de “paz interior”

  • Evitar vínculos significativos alegando “desapego espiritual”


Debemos entender que no es drama ni debilidad. No siempre es una “energía oscura que hay que limpiar”. A veces, es una petición legítima y desesperada de ayuda.



Acompañar no es intervenir: es saber estar

En estos años, he tenido consultantes que me han dicho frases como:

“No aguanto más.”

“Ya no tiene sentido nada.”

"¿Qué sentido tiene seguir?"


Y créeme, no hay ritual que te prepare para escuchar eso.


Lo que he hecho —y lo que hoy sostengo como parte de mi ética— es no pretender saber más que un psiquiatra, ni tratar de competir con la medicina. El riesgo no debe disfrazarse detrás de velas y decretos.

Por ello, cuando ha sido necesario, he derivado a profesionales. Muchas veces me ha tocado sostener la mano de mis consultantes y decirles con total honestidad y amor que necesitamos otro tipo de ayuda. Una que complemente, no que sustituya. Una que cuide y preserve la vida.


Y me he quedado en esos procesos, pues sé que mucho del sentido de vida se construye gracias a nuestras creencias espirituales. Y me he quedado no para salvar, sino para acompañar desde donde sí puedo, mientras el alma se reconstruye.


Figura meditando junto a una persona llorando, en un espacio luminoso, sin juicio.
Espiritualidad no es negar el dolor. Es sostenerlo sin abandonarlo.

Alguna vez llegó conmigo un consultante diciendo: “No sé si tiene sentido sentirme así, todos los días me siento mal. Inclusive he planeado cómo despedirme”.


Lo primero que hice fue validar su sentir, y con precisión y sin pena, pregunté la duración y frecuencia de esos pensamientos, sin juzgarlos.


Le sugerí amorosamente complementar el acompañamiento espiritual con psiquiatría. En tres meses volvió, con lucidez, comprensión de su estado de salud (padecía ansiedad y depresión) y retomamos sesiones desde lo espiritual, fortaleciendo la medicación que el doctor le envío. Es decir: la medicación y la espiritualidad no son opuestas.

En esa sesión, con lágrimas en los ojos, mi consultante me dijo: “por primera vez en la vida siento que estoy regresando a mí”.


La combinación de enfoques no solo sostuvo su vida… le devolvió sentido.


Si tú eres terapeuta holístico y detectas señales de riesgo, recuerda que derivar no significa abandonar. Puedes:


  • Ofrecer contención emocional mientras el tratamiento clínico avanza.

  • Coordinar con profesionales de salud mental si el consultante lo permite

  • Evitar frases culpógenas como “no estás alineado” o “esto es tu karma”

  • Decir con amor: “voy a seguir aquí, pero hoy también necesitamos otras manos


Recuerda: no basta con buena intención: también necesitamos herramientas éticas, clínicas y humanas para acompañar de verdad. Puedes encontrar cursos gratuitos avalados por la OMS o instituciones locales.


La espiritualidad que no abandona

Una espiritualidad ética y amorosa no te exige que estés bien todo el tiempo, ni que estés vibrando alto siempre. No te premia por fingir iluminación.

Una espiritualidad verdadera te permite llorar, decir “ya no quiero”, “ya no puedo”… y aún así encontrar una voz que te diga:


“No estás solo. Estoy contigo. Vamos a buscar ayuda.”


Porque vivir no siempre es fácil. Pero vivir acompañado cambia por completo el mapa del dolor.


Ilustración estilo flat de una caja de primeros auxilios con elementos terapéuticos: teléfono de ayuda, frase de apoyo, corazón, medicamento, símbolo de psiquiatría y espiritualidad.
Acompañar también es saber cuándo llamar a otros recursos.

Si alguna vez pensaste en irte... esto es para ti.

No estás solo. No eres una carga. Tu vida es valiosa, incluso si hoy no lo puedes ver.

Pedir ayuda no te hace débil, te hace humano.

Y el dolor que sientes ahora no es tu final. Tu existencia sigue siendo luz para alguien.


Si tú o alguien que conoces está en riesgo, por favor no lo ignores:

Reflexión final

Quizás la luz no siempre alcanza. Pero a veces, basta una voz amorosa para que la oscuridad no se lo devore todo.

Si tu estás en el camino de la ayuda espiritual, deseo que tu luz no te ciegue… sino que abrace.

Si este texto resonó contigo, déjame tu comentario o compártelo.

Gracias por estar.


Texto de autoría propia. Todos los derechos reservados ® Mike Aryan

Comentarios

Obtuvo 0 de 5 estrellas.
Aún no hay calificaciones

Agrega una calificación
bottom of page