Constelaciones y Tarot: dos lenguajes, un mismo campo.
- Mike Aryan
- 1 abr
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 15 abr
"El alma siempre sabe qué hacer para sanarse a sí misma.
El desafío es silenciar la mente".
– Caroline Myss
Cuando empecé a estudiar con Constelaciones Familiares, no imaginaba que algún día encontraría tantas similitudes con el Tarot. Yo me formé como constelador en el año 2016, sin pensar que ambas herramientas podrían complementarse.
Pero con los años (y sobre todo con las lecturas que ya tenía de manera muy fluida) me di cuenta de que tanto las Constelaciones como el Tarot hablan un mismo idioma: el lenguaje del alma, a través de palabras diferentes.
Ambos caminan sobre un terreno invisible que nos influye más de lo que creemos. Ambos nos facilitan que eso que ha sido excluido, silenciado o no mirado en nuestra historia, pueda salir a la luz. Ambos revelan lo que ya está sucediendo, aunque no sepamos nombrarlo.
La mirada transgeneracional en Constelaciones
En la filosofía sistémica de Bert Hellinger, el ser humano forma parte de un sistema familiar mucho más grande que él. No somos islas. Somos ramas de un árbol, y ese árbol tiene raíces profundas, heridas abiertas y secretos no dichos.
Las Constelaciones trabajan con algo que denominamos el campo, una especie de conciencia familiar colectiva que guarda todas las memorias emocionales, las repeticiones, las heridas, los duelos, los excluidos y las lealtades invisibles que vamos heredando sin darnos cuenta.
Cuando algo no está en orden (por ejemplo, un hijo que toma el lugar del padre, un aborto que no se nombra, un abuelo que fue desterrado) el sistema busca compensarlo. Es como la homeostasis del cuerpo físico: se regulan las condiciones internas del cuerpo a pesar de los cambios externos. Y generalmente lo hace a través de los descendientes.
Por eso repetimos patrones, sentimos cargas que no son nuestras o fracasamos en cosas que parecían ir bien.
Y aquí.... ¿qué tiene que ver el Tarot?
Uy, pues más de lo que parece.
El Tarot, en cualquiera de sus enfoques —predictivo, terapéutico, evolutivo, artístico u ocultista—, es una herramienta que capta el lenguaje del alma y lo convierte en símbolo. Cada carta es un arquetipo, una imagen viva, un espejo que nos devuelve lo que está pasando más allá de las palabras. He ahí el arte de la correcta interpretación.
Y así como en una constelación aparece un movimiento que revela lo que estaba oculto, en el Tarot también emerge esa verdad cuando abrimos el mazo con esa intención de descubrimiento y sanación.
Una carta mal aspectada, que se "pega" detrás de la otra, que “cae” sin que la hayamos pedido… puede hablarnos de lo mismo que una representación sistémica: una energía atrapada, un ciclo que se repite, un muerto sin nombre, una herida que no cerró.
Puntos de encuentro reales entre el Tarot y las Constelaciones familiares
Ambos caminos tienen más en común de lo que creemos:
Trabajan con información no consciente, que no está a simple vista pero se manifiesta con una determinada fuerza.
Usan lenguajes simbólicos (el campo, las cartas, los representantes, las miradas) para darle voz a lo que está silenciado.
Permiten revelar y resignificar las dinámicas ocultas que siguen activas.
Nos ayudan a poner orden, sentido y dirección, más allá de la razón lógica.
Sostienen que la sanación comienza cuando incluimos lo excluido, cuando le damos luz a lo que estaba velado.
¿Y la diferencia? La herramienta.
¿Y qué pasa con los tarotistas?
No importa si lees el Tarot desde una visión adivinatoria, esotérica, psicológica o espiritual. Lo que te propongo es mirar con otros ojos lo que quizá ya haces:
La Torre que aparece constantemente… ¿será la caída de un patrón heredado?
El Colgado… ¿será un hijo leal al sufrimiento de su madre?
El Diablo… ¿te estará hablando de una dinámica de perpetradores y víctimas?
Verás que el Tarot no contradice lo sistémico, sino que lo complementa. Y si eres constelador y nunca has usado el Tarot, te invito a mirarlo como lo harías con un representante en una constelación: observa sin juicio, y deja que hable.
Conclusión
Tarot y Constelaciones no compiten. Son herramientas que se acompañan.
Una revela, la otra ordena.
Una abre, la otra contiene.
Y juntas, permiten algo muy poderoso: ver el alma de una familia a través de simbología viva, y desde ahí, crear un nuevo destino.
Si sientes que este tema resuena contigo y quieres profundizar más en ello, te invito a explorar este trabajo en una lectura de Tarot Terapéutico. Atrévete a descubrir y sanar tu árbol familiar a través del hermoso acompañamiento simbólico del Tarot.
"Solo cuando puedo mirar en paz mi pasado, puedo avanzar seguro hacia el futuro.”
-Mike Aryan
Texto de autoría propia. Todos los derechos reservados ® Mike Aryan
コメント