"¡Se vienen cambios, hermosa!" (y otras frases vacías que el Tarot merece superar)

No sé en qué momento la frase “se vienen cambios” se volvió el punto de partida automático de tantas lecturas de Tarot. La he escuchado a diario: en redes, en transmisiones en vivo, en videos donde se tiran cartas sin pausa y sin contexto. Y no lo digo desde la superioridad ni desde la burla, sino desde un cansancio genuino. Porque esa frase, utilizada así, se ha vuelto una respuesta cómoda. Y cuando algo se vuelve cómodo, suele dejar de ser útil.

No es que la frase sea falsa. La vida cambia todo el tiempo, ciertamente.

El problema no es decir que hay cambios, sino el no saber de qué cambio estamos hablando, ni desde dónde lo está viviendo la persona que consulta.

Hace poco vi a una tarotista hablando de política —mal disfrazada de neutralidad, la verdad— afirmando que “a la presidenta de México se le vienen cambios”. Y yo pensé: pues claro... ¿qué otra cosa podría decir? Vivimos en un país, y en una época, donde el cambio es permanente. Eso no es una lectura, es una obviedad vestida de misterio.

Y no, este texto no es un chisme político ni un ataque personal. Es una reflexión necesaria sobre el uso del Tarot y sobre nuestra dificultad para pensar y procesar el cambio con un poco más de profundidad.

Cuando el Tarot se vuelve espectáculo, el mensaje se vuelve vacío.

El cambio: la palabra que se volvió muletilla

Cuando alguien acude al Tarot, casi nunca lo hace por mera curiosidad. Llega porque algo está pasando, porque algo duele o porque algo ya no encaja. En ese contexto, escuchar “se vienen cambios” puede generar tres reacciones muy comunes: alivio, miedo o desconexión total.

Alivio porque “algo va a pasar”, miedo porque “no sé que sea”, o indiferencia porque la frase ya no significa nada.

Desde una mirada muy básica, esto tiene sentido. Los seres humanos buscamos estructura, significado y previsibilidad. El cambio, cuando no está bien nombrado, amenaza esas tres cosas... por eso no basta con decir que “se vienen cambios”: hay que contextualizarlos.

Aquí es donde el Tarot puede ser una herramienta valiosa… o un performance irresponsable.

¿Qué entendemos por cambio?

Mucho antes de hablar de cartas, conviene hablar de experiencia humana. El cambio puede entenderse, al menos, en tres niveles:

1. Como hecho: algo termina, algo empieza, algo se mueve.

2. Como vivencia: duelo, miedo, alivio, resistencia, esperanza.

3. Como significado: lo que ese movimiento toca en mi identidad, en mi historia y en mis vínculos.

   
   

Desde la filosofía antigua, pensadores como Heráclito ya hablaban de la realidad como flujo constante. Desde el budismo, la impermanencia no es una teoría: es una observación directa de la experiencia. Y desde la psicología contemporánea, sabemos que el malestar no suele venir del cambio en sí, sino de la pérdida simbólica que implica dicho cambio: perder una certeza, un rol, una narrativa sobre quién soy.

Por eso el cambio duele. No porque algo pase, sino porque algo pide ser soltado.

Y aquí es donde el Tarot, con criterio, hace una diferencia enorme.

El Tarot no crea el cambio ni lo provoca: lo que hace es nombrarlo. Y no todos los cambios son iguales.

Decir “se vienen cambios” como frase genérica es como decirle a alguien "vas a sentir cosas" o "te va a dar hambre". Puede ser cierto, pero no acompaña a nadie.

Cuando afinamos la lectura, empezamos a distinguir tipologías de cambio, y eso cambia por completo la experiencia del consultante.

Tipologías del cambio en el Tarot

Cambios de ciclo – La Rueda de la Fortuna

Aquí no hay drama ni castigo. Hay ritmo. Algo maduró y, por su propia naturaleza, se mueve. Estos cambios suelen vivirse como ajustes necesarios: adaptarse, leer el momento, dejar de forzar.

Cambios por colapso – La Torre

No es “todo se destruye”, sino “esto ya no sostiene vida”. Desde una mirada psicológica, hablamos de estructuras internas que se vuelven rígidas y colapsan cuando ya no pueden adaptarse. El impacto suele vivirse como shock o resistencia, pero a largo plazo libera energía atrapada.

Cambios por revelación – El Juicio

Aquí el cambio no siempre es externo. Es un cambio de comprensión. Algo se ve distinto y ya no hay vuelta atrás. En terapia, esto se parece mucho a los momentos de insight: no obligan a actuar de inmediato, pero cambian la forma de habitar la realidad.

Cambios por cierre energético – Los Dieces

No hay tragedia, hay finalización. El elemento dio todo lo que podía dar. El cuerpo y la psique lo saben antes que la mente. Se vive como un cierre, nostalgia, plenitud o agotamiento sin ruido.

Cambios por transmutación profunda – La Muerte

Este no es un evento puntual, es un proceso interno. Implica duelo real, vacío y reconfiguración. Desde la psicología del duelo, sabemos que aquí no sirven las prisas ni los discursos positivos. Se trata de acompañar un proceso de desidentificación y reconstrucción lenta.

Dos personas pueden recibir la misma carta y atravesar cambios completamente distintos. ¿Sabes por qué? Porque el Tarot no opera en el vacío. Opera sobre una historia, un momento vital, una capacidad de afrontamiento y un nivel de conciencia específicos.

El verdadero cambio empieza en la pregunta, no en la predicción.

Acompañar el cambio

Desde una práctica ética del Tarot, el acompañamiento no se hace con frases grandilocuentes, sino con preguntas que abren espacio:

• ¿Qué ya no se sostiene?

• ¿Qué pide cierre?

• ¿Qué duele soltar?

• ¿Qué parte de ti ya cambió aunque no lo hayas aceptado?

Esto no quita incertidumbre, pero devuelve agencia. Y eso es fundamental desde cualquier acompañamiento emocional o espiritual.

El cambio no se anuncia: se habita.

El cambio no es tragedia, es proceso.

El cambio no siempre pide acción inmediata.

A veces pide pausa, presencia y honestidad. Decir “se vienen cambios, hermosa” no es un error... el error es quedarse solamente ahí.

Nada permanece igual, y eso también es alivio.

Si este texto te movió, déjame un comentario.

Cuéntame si este cierre de año te acompaña algún cambio significativo, y si deseas profundizar tu proceso, aquí estoy: agendemos una lectura y lo trabajamos con claridad y alma.

Texto de autoría propia. Todos los derechos reservados ® Mike Aryan.